miércoles, 13 de octubre de 2010





                                               MAFIA CHINA



Observó al matrimonio chino que yacía inerte en su autoservicio de Palermo. Los había asesinado a balazos y los cuerpos quedaron tendidos en una postura grotesca.
También mató al bebé de dos meses: en el futuro, podría buscarlo a él, dado que se trataba de un allegado a la familia-recaudador del pago de protección durante un lustro-para vengar a sus padres.
La Browning 9 milímetros con silenciador, resultó adecuada para una tarea de alto profesionalismo. Sabía que la deuda del matrimonio nunca sería cobrada, pero el trabajaba por encargo para que se difundiera el hecho, para hacer tronar el escarmiento, como dijo un presidente de su país de adopción.
Para que quienes idearan no cumplir lo pensaran dos veces.
Para que quienes no podían cumplir, supieran que no se contemplaban situaciones particulares.
Pisó un pequeño insecto, siguiendo las instrucciones de eliminar todo lo vivo a su alcance.
-Hola hola Xiang Teh, hola hola Xiang Teh.
Xiang no podía matar al loro: le había enseñado a hablar a lo largo de cinco años.
Pero si le perdonaba la vida transgrediría una regla de oro de su profesión, a la vez que el volátil podría dar indicios de su identidad.



El área no tardó en ser acordonada por la autoridad competente.
Dos integrantes de la Policía Científica, estuvieron largo rato observando un par de varillas de incienso, encendidas ante los restos de un loro estrangulado.
Periódicamente, desviaban la vista hacia el mostrador al lado de la caja registradora, donde se hallaban depositados los $3.- que valían las varillas, cuyo envase había sido abierto para utilizar su ofrendatorio contenido.

                                                              FIN


                                                                       

No hay comentarios:

Publicar un comentario