martes, 28 de diciembre de 2010

El síndrome de abstinencia...,puede afectar agudamente a quien lo padece...

Esta aseveración parece una obviedad, pero lean la siguiente pieza de narrativa breve, titulada:


                                             FUEGO AMIGO

El joven caminaba despreocupado, su semblante denotaba placidez, bonanza.
Extrajo un cigarrillo del atado de 10 e intentó encenderlo.
El Cricket no respondió.
Carga agotada.
Un cesto de residuos cercano recibió el artefacto ya inútil.
Buscó con la mirada a quien pedirle fuego en esa tarde soleada de invierno, fría pero agradable.
Vio venir a un hombre robusto, de aspecto formal, vestido con un impecable sobretodo de pelo de camello color caramelo.
Lo abordó.
-¿Tiene fuego, amigo?...
-¿Seguro?..., le contesto el otro con una pregunta.
-Claro...¿Tiene fuego,amigo?...
Pensó que tardaba demasiado en entender su pregunta.
El sujeto del sobretodo retiró de la evidente sobaquera una pistola con silenciador, de bajo calibre pero letal en la corta distancia.
La accionó sin vacilar sobre la humanidad del que tenía el cigarrillo en la mano, que cayó sobre la vereda como un muñeco convulso.
Guardó el arma y ascendió rápidamente a un automovil que lo esperaba, conducido por un hombre de edad similar a la de la víctima, quizás su hijo.
-Un fumador menos...
Dijo sentado en el asiento del acompañante mientras se ajustaba el cinturón de seguridad.
El automovil partió raudo.
-Podríamos haber sido amigos, a pesar de la diferencia generacional.
Le dijo al conductor abriendo un envoltorio de chicles.
El cenicero del vehículo, rebasaba de cigarrillos sin encender furiosamente apretados, rotos como con furia.

                                               FIN

sábado, 18 de diciembre de 2010

Dentro del espacio tan sensible, de lo que hoy se denomina recursos humanos...

la incompetencia puede aflorar aún en los lugares de trabajo más inpensados. La pieza de narrativa sumamente breve que sucede a este introito, nos remite a ello en un ámbito laboral, que quizás se visualiza por primera vez en la literatura argentina.Ya saben que forma parte del libro que titula el blog.
Con Vds.:

                                 HIGIENE CONFESIONAL

Curioso trabajo el de ese individuo:
Lavaba los cuerpos de los difuntos en un prestigioso cementerio judío, de acuerdo a los preceptos correspondientes.
De hecho, él era un judío practicante y la naturaleza de su labor le resultaba sagrada: cumplía a conciencia su tarea.
En plena acción laboral sintió un fuerte dolor de pecho y de brazo izquierdo; también sofocación. Alarmado, a pesar de su inquietud y sufrimiento, consiguió darse una ducha y lavarse minuciosamente.
Luego, sobreponiendose al dolor, pudo escribir desnudo en un anotador deteriorado:
"Retorno limpio a donde D-os me originó; no me laven."
Lo hizo en yidish.
Desconfiado como siempre, tuvo la suerte de que el infarto, se consumara fatalmente luego de finalizar la escritura: sus restos no irían a dar a las manos de sus compañeros de trabajo, a quienes siempre consideró inescrupulosos en su tarea.
En esta apreciación incluía a su jefe.


                                                           FIN












domingo, 12 de diciembre de 2010

El Palacio Barolo se yergue con inpertérrita majestad...

sobre la Avenida de Mayo, albergando oficinas y despachos diversos, pero no nos olvidemos que fue construido con cierto concepto sacro, de disimulado templo.
Les presento la siguiente pieza de narrativa breve incluida en el libro que da titulo al blog.

                                         EL BAROLO


 No tenía un buen concepto de si mismo; tampoco de los demás.
 Trabajaba en el Palacio Barolo en tareas contables, rutinarias, en una oficina de los pisos inferiores del edificio.
 Era afecto a la soledad, al resentimiento, al ahorro mediante cálculos infinitesimales, a la negativa ante algún pedido de favores.
 El hecho de estar haciendo horas extras un sábado por la tarde en pleno febrero, en el interior de la magnifica obra del eclecticismo arquitectónico porteño, virtualmente sin actividad en sus dependencias, era apenas anecdótico. Empleado antiguo y de confianza, se hallaba autorizado por la administración para trabajar en horarios inusuales.
 No llegó a comprender el porque de ese cansancio repentino y abrumador, que lo llevó a interrumpir su tarea y recostarse en el sillón de tres cuerpos de la recepción. De todos modos, se hallaba solo.


 El sueño era horroroso: entes informes, con leves referencias humanas, intentaban cazar a individuos desnudos -hombres y mujeres- mediante aguzados tridentes.
 Cuando eran alcanzados -lo que sucedía siempre- parecían padecer una atroz agonía entre el fuego de la brea ardiente y el olor a azufre...
 Supo que se trataba de un sueño e hizo denodados esfuerzos por despertar, dado que él era uno de los humanos desnudos que intentaban escapar del alcance de los tridentes.
 Aunque la resistencia era inútil: los entes empleaban el arma con precisión de consumados gladiadores.
 Sus risas eran aterradoras, de inconcebible ferocidad.
 Transpirado como si hubiera estado en un baño turco sintió que emitía un grito, pero sus cuerdas vocales solo respondieron con un susurro.
 Se pellizcó sin saber si seguía el sueño; por el dolor que sintió, supuso que había despertado.
 Pero los bultos con sus tridentes se acercaban...
 Interpretó que no era un sueño, era una visión y de las visiones no se despertaba...
 En su época de estudiante leyó a Dante Alighieri, intuyó que el piso donde se hallaba correspondía al Séptimo Círculo, ese estrato de horrible condenación para los asesinos.
 El no lo era, pero reconocía que lo suyo era la avaricia medular, plena, que lo sumía en el estreñimiento para no desprenderse de su caca, porque era SU CACA.
 Justamente, el Infierno del Dante también se tragaba a los avaros.
 No conocía demasiado sobre el arquitecto Palanti -el Barolo fue su opus magna, basada simbólicamente en la Divina Comedia- pero visualizó su rostro descompuesto, antes de que un  tridente le apuntara al hígado para proseguir un suplicio que sabía duraría eternamente.

 El cadáver fue encontrado por los de maestranza.
 Dictamen médico:
 Infarto masivo de miocardio.
 Al lado del cuerpo, se hallaban esparcidos folletos de un lujoso club vacacional, cuyo logotipo era un tridente.

 "Siempre pasaba las vacaciones en su casa y ahora que vino a ganar un viaje con estadía en el Club Med le viene a pasar esto...", le comentó uno de los empleados de maestranza a su mujer durante la cena de esa noche, mientras unía ambas manos en un gesto que implicaba la vulnerabilidad humana ante el destino aciago.
 -Vos me dijiste que era un amarrete de mierda...
 -Si, me enteré que estaba amargado porque el premio era intransferible: no lo podía vender y guardar la guita en el banco o bajo el colchón. Además, era all inclusive, pero no le cubría el remís a Ezeiza...
 -Ese, seguramente, no va a descansar en paz..., dijo la mujer.

                                               FIN

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Wikileaks nos demuestra...

la fragilidad de la información sensible en los tiempos de Internet. Por otra parte...¿Que han hecho los diplomáticos desde que comenzó su existencia, sino recopilar información sobre los países donde fueron destinados?..., creo que esto vale tanto para la Embajada de los Estados Unidos como para la de San Marino.
Pero, claro, los diplomáticos deben ser diplomáticos..., por eso esta parafernalia de cotilleo cae de este modo.
Lo notable es que un soldado de 22 años, que aparentemente sufrió maltratos en su infancia por poseer una orientación sexual lustros atrás discriminada, sea el responsable de una fuga de información de características monumentales, en lo que hace a la actividad en las embajadas del país del Norte, así como la militar en los diferentes teatros de operaciones.
De todos modos, hasta el momento, a mi entender la sustancia de la filtración no posee una relevancia cualitativa, pero lo que si la tiene, es la posibilidad de que rangos bajos de las estructuras pertinentes puedan penetrar sin mayores escollos, las defensas informáticas  establecidas por los estados para el resguardo de su información confidencial.
¿Llegará el día en que un boy scout rarito, suba a Internet las claves para que abandonen sus silos los cohetes intercontinentales con cabezas nucleares múltiples?...Atención History Channel, les estoy tirando una idea.
Me despido hasta la próxima.Hoy no hay ficción.