la incompetencia puede aflorar aún en los lugares de trabajo más inpensados. La pieza de narrativa sumamente breve que sucede a este introito, nos remite a ello en un ámbito laboral, que quizás se visualiza por primera vez en la literatura argentina.Ya saben que forma parte del libro que titula el blog.
Con Vds.:
HIGIENE CONFESIONAL
Curioso trabajo el de ese individuo:
Lavaba los cuerpos de los difuntos en un prestigioso cementerio judío, de acuerdo a los preceptos correspondientes.
De hecho, él era un judío practicante y la naturaleza de su labor le resultaba sagrada: cumplía a conciencia su tarea.
En plena acción laboral sintió un fuerte dolor de pecho y de brazo izquierdo; también sofocación. Alarmado, a pesar de su inquietud y sufrimiento, consiguió darse una ducha y lavarse minuciosamente.
Luego, sobreponiendose al dolor, pudo escribir desnudo en un anotador deteriorado:
"Retorno limpio a donde D-os me originó; no me laven."
Lo hizo en yidish.
Desconfiado como siempre, tuvo la suerte de que el infarto, se consumara fatalmente luego de finalizar la escritura: sus restos no irían a dar a las manos de sus compañeros de trabajo, a quienes siempre consideró inescrupulosos en su tarea.
En esta apreciación incluía a su jefe.
FIN
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