domingo, 22 de diciembre de 2013

SIETE BREVEDADES

                                                         ÉXITO

 El secreto del éxito posee tal hermetismo, que hasta resulta desconocido para los propios exitosos.


                                                         NATACIÓN

 Es posible que el primer hombre que aprendió a nadar, en los tiempos alborales de la especie, no haya comunicado tal hallazgo a los suyos, ante la posibilidad de ser considerado un anfibio.



                                                           1º GRADO

 Un homicidio en primer grado, no nos debe hacer pensar en el espanto de los niños asesinos.


                                                             GRACIA

 Dado que un milagro, implica la gracia divina por su excepcionalidad, debido a ello, podríamos inferir que lo habitual para la divinidad es hallarse en un estado totalmente desprovisto de gracia.


                                                              CAVERNAS

 La espeleología, es una práctica afín al montañismo, pero bajo un cielo de piedra.


                                                                CORAJE

 En las guerras...¡Cuantos ascendieron al pedestal del heroísmo, porque la historia omitió revisar sus calzoncillos!...


                                                                 VICIOS Y VIRTUDES

 Se suele decir que el ocio es la madre de todos los vicios, hoy denominados adicciones, pero se olvida la excepción: la adicción al trabajo..., hasta hace poco tiempo, ponderada como virtud.


                                                                  FIN

martes, 17 de diciembre de 2013

¿QUE QUERÉS QUE TE DIGA?...

 Ramiro, pronunció la expresión idiomática de un modo irrelevante, ante el pedido de informes de Nahuel, quién lo abrumaba con un difuso requerimiento sobre aspectos de la actividad que desarrollaban.
 Como tantos lugares comunes verbalizados, se los enunciaba sin tener en cuenta su sentido literal, pero su interlocutor, reparó en la frase en apariencia vacua, convirtiéndola en la que quería escuchar.
 -Quiero que me digas que vos rebajaste la merca de máxima pureza-la VIP-y la vendiste con diferencias a tu favor, jodiendo la reputación del jefe y pasándome a mí, que respondo por vos ante el jefe.
 -¿Como te voy a decir eso, Nahuel?..., si vos sabés que no es cierto.
 -Vos me dijiste que querés que te diga y yo te estoy diciendo lo que quiero que me digas. Te aclaro que "Fierita" va a filmar tu declaración.
 El susodicho, asintió discretamente. Su fama de sicario leal era conocida por Ramiro.
 -Pretendés que me autoincrimine con una mentira para salvarte vos: la cagada fue tuya.
 La voz de Ramiro parecía alterada, poco firme; evidenciaba miedo.
 -Yo lo único que hago es recordarte que debes honrar la palabra emitida. Me preguntaste...¿Que querés que te diga?...y yo te indico lo que quiero escuchar de tu boca.
 -¿Si no lo hago?..., dijo Ramiro, quién sabía que la diestra de Nahuel en un bolsillo de su jean Hugo Boos, legítimo, no comprado en ninguna boliferia, solo significaba muerte o invalidez.
 -Si no lo hacés, vas a tener lo que se merecen los tipos que hablan al pedo: un balazo en las pelotas..., en el sentido más estricto del término.
 Ramiro, consideró que lo que aterraba de Nahuel, era esa precisión en el lenguaje que parecía extremar los alcances del mismo, destacando su personalidad de excéntrico transa asesino. Cierto que ambos se conocían de ambientes socialmente calificados, donde no cabían las frases burdas y las amenazas en jerga de tumberos y/o infradotados, que caracterizaban otros estratos de la venta de droga al menudeo; incluso, eran otros sus clientes, de nivel socioeconómico y cultural que en buena medida, podría caracterizarse como ABC1.
 En relación a estas fugaces estimaciones mentales, decidió solicitar el perdón de Nahuel. Pensó en emplear la palabra misericordia, que le parecía de una resonancia solemne, lo que quizás podría motivar la indulgencia de quién lo intimidaba con fuerte apelación a lo idiomático.
  Le parecía ignominioso un pedido de clemencia por un acto no cometido, pero no se hallaba en situación dominante.
 -Por favor, se misericordioso. Retiro lo dicho.
 Nahuel lo miró con desdén.
 -¿Como vas a hacer para retirar lo dicho?...
 -Disculpándome.
 Respondió Ramiro, con dudas sobre la posibilidad de salir airoso de esa especie de confrontación verbal, que tras su absurdo escondía un probable final trágico: el suyo.
 -Pero...¿No conoces aquello de que lo dicho dicho está?...
 Ramiro, avizoraba que entre los quiebres retóricos se incrementaba la amenaza para su integridad física.
 Decidió recurrir al factor sorpresa. Se incorporó con furia, con la intensión de impedirle a Nahuel
extraer el arma que seguramente llevaba en el bolsillo.
 Pero el otro fue más veloz, desplazándose a un costado y disparando una sola vez.
 El proyectil del 32 largo se alojó en los genitales de Ramiro, sin orificio de salida, prvocándole le emisión de un grito atroz, que dado que se encontraban en un sótano insonorizado, nadie de afuera escucharía.
 Su pantalón comenzó a ensangrentarse, mientras la pérdida de conocimiento lo sumía en un espacio piadoso.
 Nahuel miró a su secuaz y le habló lentamente, remarcando las palabras. Le impartió instrucciones para establecer una nueva versión de los hechos ante el jefe, dado que Ramiro se había convertido en un cadáver y no contaban con la filmación pretendida.
 Antes de que se retiraran del sitio, agregó...
 -Ya ves, "Fierita", Ramiro no se hizo cargo de sus palabras y este es el resultado.
 Somos esclavos de lo que decimos y amos de lo que callamos.
 "Fierita" asintió enérgicamente. Consideró que al secundar a un tipo como Nahuel, homicida y sutil estilista del idioma, su condición de sordomudo lector de labios podía ser una garantía de supervivencia.
 Como si hubiera escrutado sus pensamientos, Nahuel, quién consideraba que los equipos delictivos debían hallarse siempre en alerta, le dijo: no te quedes tranquilo por tu discapacidad, recordá que el pez por la boca muere...y vos boca tenés.
 El desprovisto de habla lo observó con evidente inquietud: no sabía hacia donde se orientaban las palabras del otro.
 -Comenzá a entrenarte para afinar las expresiones guturales que emitís, porque tienden a confundir el esquema comunicacional.
 Agregó Nahuel, mirándolo fijamente a los ojos.
 "Fierita", comprendió que el asesino de Ramiro no quería testigos presenciales del hecho.
 Cuando vio que Nahuel se llevó la mano al bolsillo de su elegante jean, interpretó lo que sobrevendría.
 Esforzándose sobremanera, pudo pronunciar la palabra perdón, aunque no correspondiera su empleo en esa circunstancia.
 De todos modos, la sonoridad distorsionada de la misma no lo convenció.
 Mucho menos a Nahuel, que le habló mientras extraía el arma.
 -¿Así que me decís cagón, hijo de puta?...

                         
                                                                   FIN