jueves, 18 de diciembre de 2014

LA PÁGINA EN BLANCO

 No se me ocurre nada..., piensa el creador manuscrito. Suelta con brusquedad el bolígrafo descartable de tinta azul, que cae sobre el piso de cemento.
 Una sensación de ahogo, de imperiosa necesidad de recibir aire, se expande en su organismo generándole un repentino estado de pánico.
 Los excesos de mi vida anterior debilitaron mi corazón..., estima, al tratar de incorporarse vacilante, como si en otro sector del minúsculo ambiente donde se halla, pudiera hallar la fuente de oxigeno salvadora; de todos modos, interpreta que la situación que lo incluye parece poseer carácter de terminal, de clausurar un ciclo, o sea, el de su vida.
  Siente que se derrumba y se aferra como puede a la mesa metálica que oficia de escritorio, abulonada al piso lo mismo que el banco y la cama, único amoblamiento de la celda individual ubicada en el sector de sentenciados a reclusión perpetua.
 Si pudiera expresar mediante la escritura como percibo mi extinción, podría convertirme en un clásico, dejar un legado literario perdurable..., reflexiona, mientras se queda sin fuerzas, la mirada dirigida al cuaderno de la materia lengua, donde se lee...
 COMPOSICIÓN: TEMA LIBRE
 Próximo al fin de su agonía, sabe que la muerte a los treinta y seis años, le impedirá aprobar el cuarto grado de la primaria que cursa en prisión.

                                                                FIN