jueves, 4 de octubre de 2012

TRAS LA MIRILLA

 No tardó más de unos segundos en detectar el ardid.
 El tipo, se hacía pasar por un distribuidor de supuestas tarjetas de Caritas, con el propósito de que abriera la puerta y le deje expedito el ingreso, de modo disimuladamente violento, contando con el apoyo del cómplice que deambulaba por la vereda de enfrente.
 No lo hizo.
 Rechazó la propuesta tras la mirilla.
 Lo que no pudo prever, fue que un tercer partícipe aprovechó que el otro reiteraba la petición desde el lado de la calle, para ingresar por los techos vecinos a su azotea.
 Desde allí al patio, invadiendo su domicilio por la retaguardia.
 En ese momento, comprendió que había sido entregado, quizás por la señora que semanalmente hacía la limpieza o por el albañil que reparó el toldo corredizo, que sabían que a esa hora de la oscura tarde invernal suburbana, se hallaba solo en la vivienda.
 Desde ese momento, todo resultó demaciado rápido.
 El intruso que irrumpió por la parte trasera de la casa, le propinó un culatazo en la cabeza que lo dejó aturdido y sangrante, para de inmediato abrir la puerta de calle y franquearle el paso a los otros dos.
 El resultado fue que había tres tipos en su domicilio, que lo amenazaban y le pegaban para que revelara donde escondía el dinero.
 Luego de recibir varios reveses que le destrozaron la prótesis dentaria, les dijo que no poseía efectivo, pero sí, algo valioso que estaba dispuesto a entregarles para que cesaran de castigarlo.
 Le amarraron las muñecas con precintos plásticos y lo acompañaron a la cocina.
 Los sujetos se hallaban expectantes, cuando les indicó la despensa que debían abrir para hallar el botín.
 Al ver la manzana roja reluciente, lustrosa, quizás embebida en aceite para lograr más brillo, lo miraron entre estupefactos y amenazantes.
 En ese momento, con la sabiduría que emanaba de sus ochenta y tantos años, les dijo:
 -¿Que miran embobados, hato de idiotas, no saben que con la manzana comenzó todo?...
 Es el fruto prohibido que mordió Eva y desencadenó la pérdida del paraíso terrenal...
 Por eso existen Vds., malditos cretinos heredosifilíticos...
  La paráfrasis bíblica referida con tal convicción, no le evitó al anciano ser asesinado a golpes, que le generaron estallido de órganos internos y hundimiento de la base del cráneo.
 Los homicidas se retiraron llevándose unos escasos pesos, producto de la jubilación mínima que cobraba la víctima, mientras puteaban al entregador, quien obvió informarles sobre la demencia senil del individuo provecto.

                                                                     FIN
      

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