sábado, 20 de octubre de 2012

SU REFLEJO EN EL ESPEJO

Cuando vio que su amigo entraba al bar, alzó la mano para indicarle donde se hallaba sentado.
 Pero no se trataba de él.
 Aunque extremadamente parecido, incluso vistiendo un saco que le conocía, no era la persona a la que se encontraba esperando; más bien, parecía una versión envejecida de la misma, con la boca tensada en un rictus de amargura y desdén, amplificado por la fea cicatriz que parecía ensañarse con su pómulo izquierdo y buena parte de la frente.
 Decididamente, no era su amigo, aunque parecía serlo.
 El individuo del rostro afectado, observó brevemente a la concurrencia con una mirada estrábica-quizás su ojo izquierdo carecía de visión-y se retiró de inmediato.
 Si bien la aparición de quién creyó era su amigo, le generó cierta sensación de extrañeza, prosiguió con la lectura del matutino con el que matizaba la espera, hasta que al observar la hora, detectó que Raúl se hallaba veinticinco minutos demorado, algo inusual en un fundamentalista de la puntualidad.
 Lo llamó a su celular.
 Una voz femenina con tono alterado, como histérico, lo atendió. La mujer le dijo casi a los gritos, que el poseedor de ese teléfono había sido víctima de un serio accidente-a unas cuadras de distancia del bar donde era esperado-habiendo sufrido importantes lesiones en la cara; agregó que ya lo estaban introduciendo en una ambulancia, para trasladarlo al hospital.
 Dejó el importe del café sobre la mesa, mientras se disponía a ir primero al lugar del hecho y luego al establecimiento al que lo llevaron, cuando el gran espejo del salón, reflejó ante su fugaz mirada una imagen que lo conmovió.
 Su rostro, se veía con arrugas que desconocía, quizás por venir, así como su cabello estaba significativamente más raleado; por otra parte, no aparecía con barba sino con un bigote encanecido. Con desesperación, tocó sus mejillas: la barba que usaba, estaba presente.
 ¿El reflejo del espejo era él, dentro de cinco, seis o más años?...
 Se sintió conmocionado..., pero al volver a mirar, su imagen era la actual.
 Salió del bar con la convicción de que su amigo sobreviviría al accidente, pero con graves secuelas físicas y mentales, seguramente irreversibles.
 Su preocupación por Raúl se vio súbitamente interferida, por un pensamiento inoportuno, que si bien le pareció poco adecuado al momento, no por ello rebajó su significación...
 ¿No habría algún modo de evitar, quedarse pelado en los próximos años?...

                                                                   FIN
  

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