martes, 30 de noviembre de 2010

Que poco que falta para el presunto final del calendario maya...

Estimo que proximamente,  comenzarán a venderse una panoplia de productos y servicios, destinados a morigerar la posible inquietud que genere el mayor apocalipsis pronosticado en la era de Internet; supera al del efecto 2000 en las computadoras, al del colisionador de hadrones, al proyecto Haarp y todas las variantes conspirativas juntas.
Yo, particularmente, creo que no compraré nada vinculado a este rubro;claro, vender ya es otra cosa...
Les presento, al respecto, la siguiente pieza de narrativa breve que pertenece al libro mencionado decenas de veces.

                                                            MMXII

21 de Diciembre de 2012.
En Buenos Aires, comienza un verano anticipado en su torridez por el cambio climático.
Un calendario-réplica de los de Alpargatas-muestra una escena campestre de Molina Campos. Quien lo auspicia es RESCUE S.A.
Se haya sobre el escritorio del presidente de la compañía, imponente, como el despacho donde está ubicado.
La firma se identifica externamente, con un gigantesco letrero de acero rutilante al sol, que bordea el contorno de un rascacielos en Catalinas.
En el piso más alto, se hallan las oficinas de la razón social.
                                                                Leonardo D. Herrera
                                                                         Presidente
dice un rótulo dorado a la hoja sobre cuero repujado. Sentado tras él, en un sillón ergonómico de impactánte diseño, un individuo fornido, de baja estatura y abundante cabello cano, se interroga sobre como proceder.
La secretaria, visiblemente alterada, continúa comunicándole noticias alarmantes:
-Los sistemas están colapsados, incluso a nivel oficial. El problema es global. Recurrimos al método manual pero no damos abasto con la derivación de los clientes.
El presidente de la compañía esboza un gesto de asentimiento.
El pudo enviar a su mujer y sus tres hijos al subsuelo andino hace ya quince días.
De todos modos, no es ninguna garantía: esa es la clave pútrida de RESCUE S.A.
Hace unos años que se estableció la Reserva de Supervivencia mediante un sistema prepago muy oneroso, pero se desconoce el comportamiento del cosmos en el próximo segundo.
Si bien RESCUE S.A. solo garantiza por contrato el acceso al bioreservorio, su publicidad siempre dio a entender que esto implicaba la salvación, una previsibilidad entre esotérica y tecnológica de lo que iva a acaecer.
Realmente , no es así; el colapso de los sistemas informáticos parece el preludio de algo mayor, totalmente fuera de control.
 De todos modos, piensa que dentro de un rato no habrá organismo que evalue la publicidad engañosa ni nada...
Por otra parte, ya era hora de abandonar el barco...
Junto con su staff ejecutivo, partió del edificio desde el helipuerto ubicado en la terraza del mismo, mientras que el personal seguía atendiendo la fila de ansiosos abonados que se apiñaban en la recepción.
Nunca sabrán que los directivos se autoevacuaron.
Desde Aeroparque, el Lear Jet los llevó al Aeropuerto de El Calafate(Pcia. de Sta. Cruz) y desde allí, el helicóptero Lama adecuado para operar en la alta montaña tomó rumbo hacia el Reservorio de Supervivencia.Unas pocas personas, extremadamente importantes en la actividad política nacional, los siguieron en otro aparato, que en este caso, se identificaba como perteneciente a la Fuerza Aérea.
Cuando los instrumentos enloquecieron y hubo que aterrizar de emergencia en una helada altiplanicie, Leonardo D. Herrera, pensó que RESCUE S.A. no vendía la salvación como sugería, sino la esperanza de la salvación y por cierto que muy cara.
Un fraude que ya nadie demandaría como tal.
Ahora que el Evento Culminar resultó real, nunca más vería a los suyos, ni sabía que era lo que podía llegar a ver.
 ¡Maldito calendario maya con el fín de los tiempos al 21 de Diciembre del 2012!...
Podían haber sido más explícitos los hijos de puta, dar más precisiones sobre como iva a ocurrir,en ese caso RESCUE S.A. hubiera cagado menos gente...
 Respecto a él:
No quiso pensar en si mismo, ni en los del otro aparato, ni en su familia.
Tenía mucho frío. Se acostó a dormir sobre el suelo helado, esperando que lo que iva a suceder resultara rápido.


                                                            FIN
                                                           

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