lunes, 8 de noviembre de 2010

Creo que hace tiempo...

que los medios no se ocupan de cadáveres sin manos.
Presento a vuestra consideración, amables congéneres, la siguiente pieza , denominada :


                                          SE LES FUE LA MANO

-¿No intentaron robarle?...
-Nada.
Por otra parte, el tipo era un indigente que cartoneaba lo que podía.
Los dos individuos son policías. Se hallan vestidos de civil en el despacho del comisario en una sede de la repartición (P.F.A.).
-Murió desangrado a pocos metros del Riachuelo, de nuestro lado.
Dijo el que había hablado primero.
-A un anciano dipsómano que vivía en la calle, estando en completo estado de ebriedad tal como indica el informe forense, le cortan las manos con certeros machetazos y se las llevan...
Contesta el que había hablado en segundo término.
El otro viste un traje azul obscuro combinado con una corbata a rayas que denota discreción; posee razgos duros, recios.
Pregunta:
-¿Que le recuerda esto de robar manos?
-Pavadas...
Es la respuesta.
-Esto no tiene nada que ver.
Dice completando su apreciación del asunto.


El sitio donde se hallan los dos autos estacionados es boscoso y solitario.
Uno de los vehículos es un viejo Fiat Duna color celeste y el otro un rutilante BMW de los que hay pocos en Buenos Aires; el contraste entre ambos era llamativo.
Dos hombres jóvenes de aspecto torvo, que se expresan con un lenguaje de connotaciones carcelarias, retiran del Duna una caja de zapatos.
El mayor de los dos-de unos treinta años-se la presenta a un sujeto de elegante sobretodo negro que usa anteojos oscuros Ray-Ban modelo clippers.
Su mediana edad se traduce en una imagen atlética y modales de mando.
-Aquí está lo que le manda Aguirre. Echele un vistazo y nos da la guita y la merca.
Le dice el del Duna.
-Nosotro nos encargamo de que llegue adentro de Sierra Chica lo que tiene que llegar.
Agrega.
Al volante del BMW de vidrios polarizados, un hombre robusto que evidencia ser chofer y custodio, demuestra hallarse alerta con la ventanilla de su lado baja.
Del baúl del lujoso auto, el del sobretodo extrae un bolso de cuero de carpincho que le entrega a los del Duna, quienes lo abren para constatar el contenido: euros de máxima denominación y cocaína envuelta en polietileno.
El más joven saca una porción de la sustancia rasgando el envoltorio con una navaja y luego cerrando la abertura con cinta adhesiva.
Hace un canuto con un billete de un dólar y aspira cuatro líneas que estableció sobre el capot del Duna.
-Merca de primera, maestro...
Aguirre va a ponerse contento.
El bolso con los euros es guardado en el baúl del Duna -en un falso tanque de GNC-y la droga en un compartimento disimulado bajo los asientos, mientras el del BMW abre la caja de zapatos y la cierra.
-Esta bien,les dice, ya nos contactaremos con Aguirre a través de su abogado. Saludos.
-Serán dados,maestro...
El Duna arranca primero y toma por un sendero estrecho.
Recorridos cien metros, el que conduce le dice al otro:
-Viste, son todos giles, al taxidermista lo apretamos con violarle a la hija y las embalsamó como nos dijo Aguirre y estos que se las saben todas se comieron que era lo que buscaban...
Ahora rajamo al Paraguay por un paso no habilitado y ni los monos de Aguirre nos encuentran.
Nos quedamo con todo, pibe...
La explosión se produjo de inmediato convirtiendo al Duna en una pira ardiente.
El mas joven de sus ocupantes, no llegó a emplear la navaja con la que se hallaba presto a degollar a su socio.
A doscientos metros del siniestro, el del sobretodo le dice al chofer mientras arroja la caja de zapatos por la ventanilla:
-Apenas las vi supe que eran falsas. De todos modos, esos dos igual hubieran tenido este final.
-¿Y los euros y la merca?..., contesta el chofer.
-Los euros eran truchos y no muy buenos y la cocaína de máxima pureza solo estaba arriba, el resto era poco más que talco y cubría el explosivo y su detonador. Lo activé con la señal del celular que tengo en la mano.
Lo mas caro era el bolso de carpincho, pero yo solo utilizo productos de máxima calidad aunque terminen destruidos.
El BMW se pone en marcha y toma por otro sendero estrecho.
-¿Lo cagó Aguirre, jefe?...pregunta el que está al volante.
-No creo.
Fueron estos idiotas tumberos de cuarta que quisieron joder a todos.
-¿Y ahora?...
-Hay que renegociar.
Existir, existen...y las necesitamos.


                                             FIN
     

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