viernes, 19 de noviembre de 2010

Haití...,ahora el cólera.¿Por qué los jinetes del apocalipsis siempre galopan...

sobre su superficie?...
Finalizando mis diez y siete años, yo trabajaba en el archivo de Primera Plana. Por razones vinculadas a otra publicación, entrevisté-junto a otro joven-al embajador de Haití en la Argentina. Recuerdo que el distinguido diplomático me aseveró sin dejar ningún margen de duda, que el vudú no existía, lo mismo que los Tontón Macoutes,la paranoica, paramilitar y paravudú milicia de Francois Duvalier, Barón Samedi de dicho culto; por cierto, alojado en el riñón de la nación que alguna vez, ocupó íntegramente el territorio de la isla que hoy comparte.
De todos modos, a esta altura de la entrevista, yo me hallaba cautivado por su hija, presente en la diminuta oficina de la embajada, lo que me facilitaba oler su perfume -tan carnal, si se quiere-apreciar de cerca ese cuerpo magnifico y los ojos claros que contrastaban con la piel tersa y oscura.
Oscura como el origen de cierta cicatriz, sin duda de índole ritual, que exhibía sobre la parte inferior de su antebrazo izquierdo.
En fin, todo pasa, pasó la entrevista, pasó Primera Plana, pasó Papá Doc y sus incontables cadáveres, pasó mi primera juventud y también habrá pasado la lozanía de ella o ella misma.Ah..., también pasó por Haití un ex-ministro de Alfonsín en misión para Naciones Unidas.
Agrego, que si bien es cierto que todo pasa, el pasado-hasta el más remoto-parece en ocasiones entrar en actividad como los volcanes o las placas tectónicas, de modo convulso y revulsivo.
Sras. y Sres., la siguiente pieza de narrativa breve corresponde al libro mencionado en entradas anteriores.


                            EL ÚLTIMO TONTÓN MACOUTE

-¿Qué hacemos con él?...
-Hasta ahora el tema es policial, el embajador no quiso involucrarse y en Cancillería nos dijeron que le bajemos el nivel al asunto, no nos olvidemos que hay tropas argentinas en Haití.
-Pero la concha de su madre...
¿Quien carajo se acuerda del ex-Ministro de Relaciones Exteriores de Alfonsín y justo vienen a atentar contra él en Lanús?...
Ni siquiera podemos vender el tema a Policías en Acción porque carece de la necesaria dosis de sordidez.
El Tte. Rumeri es el sumariante del caso.
Enciende un cigarrillo tras otro con mano trémula, a pesar de tratarse de un individuo joven.
-Estuvo el Jefe Distrital hablándo con el Capitán...
Me dijeron que debo ...diluir el tema hasta que se evapore...
Hizo el ademán gestual de las comillas.
-O sea, nada a los medios.
Quien lo escuchaba, Tte.1ro Fernández Britos, habló con voz calma.
-Sin problemas, te comunicás con la UFI de turno de Lomas de Zamora y que ellos caratulen el sumario.
De última, este tipo solamente le arrojó ceniza al ex-Canciller cuando efectuaba una visita privada a un domicilio de la zona.
Más que atentado parecería otra cosa......
-Por otra parte, dijo el Tte. Rumeri, el sujeto antes hizo un dibujo con ceniza en la vereda donde se hallaba.
El Embajador, cuando lo vio pareció alterarse, alcanzó a decir antes de retirarse que solo debe ser borrado por la lluvia o por un bocor, esa fue la palabra.
-¿Qué es un bocor?..., preguntó Fernández Britos.
-El enlace de Gendarmería que habla creóle, el dialecto de uso corriente en Haití, dijo que es un sacerdote maligno del vudú.
El Tte. 1ro. enpalideció.
No le gustaba esa palabra que trascendía las fronteras de Haití.
-De todos modos, cuando se interrogó al detenido, el intérprete se mostró inconsistente aduciendo no comprender con exactitud, la mezcla de francés y creóle que hablaba el autor del hecho. Yo lo escuché mencionar varias veces a Francois Duvalier y al ex-ministro con nombre y apellido.
Hasta que vino la instructora de la UFI de Lomas preservamos el escenario.Policía Científica tomó muestras de la sustancia que rápidamente se descartó como ántrax, pero después la vecina frentista a la que le ensuciaron la vereda barrió el resto.
-¿Ni lluvia ni bocor?...
Rumeri no contestó.
Sintió una inquietud imprecisa que también le pareció percibir en el otro.
-¿Y que dice el ex-funcionario?...
-Que estuvo en Haití durante los ·90 por mandato de la ONU y Francois Duvalier murió mucho antes, pero no entendía como el haitiano pudo conocer su itinerario, decidido con una anterioridad de media hora y no comentado. A su vez, mencionó que por aquellos días fue maldecido públicamente por sacerdotes del vudú debido a la actividad que ejercía, pero considera que se trata de supercherías que deben pasarse por alto.
Un agente apareció apurado en el despacho del Tte.
-Perdón Tte., el detenido haitiano está con convulsiones...
Los dos oficiales corrieron al sector de los calabozos.
Durante el rápido trayecto, Rumeri le habló a su superior inmediato.
-El tipo entró por Ezeiza con pasaporte en regla, confirmado por Migraciones, vía Panamá en un vuelo de Copa Airlines.
-Yo la única copa que conozco es la que ganamos los granates en el 2007...
Rumeri pensó...
"Este boludo no toma nada en serio y yo soy demasiado dependiente de él"...
En el calabozo individual, un masculino de color de unos sesenta años, se retorcía en el suelo vestido con traje oscuro y camisa blanca.
-¡Médico!...¡Médico!..
Gritaron los policías.
El Tte.1ro. Rumeri se dio cuenta de que ya era tarde.
El sujeto llevaba colocados anteojos para sol tipo clippers, que despedían raros destellos en la lóbrega iluminación del ambiente.
Musito en un estertor lo que Rumeri entendió como:
"Honour par Francois Duvalier et Tontón Macoutes"..., antes de quedar inmóvil.
"Está muerto", pensó Rumeri.
Le repugnó ver un raro diseño esculpido sobre el piso de la celda, hecho con ceniza o quizás materia fecal.
Se percibía en él la palabra Dante y un perfil muy satirizado hace veintitantos años. El Tte. sabía que lo de Dante no era por el de la Divina Comedia.
"¿De donde extrajo el veneno para matarse, si fue revisado escrupulosamente cuando le sacaron el cinturón y los cordones de los zapatos?"..., pensó; por otra parte, si su misión era suicida...¿Justificaba una agresión que parecía benigna?... o esto era aparente y la víctima sería lesionada de un modo que superaba la común comprensión.
Observó fijamente lo que se hallaba sobre el piso.
No eran cenizas, era mierda modelada configurándo una expresión atroz.
Solo atinó a preguntarle al Tte. 1ro.
-¿Y ahora, Marcelo?...
Fernández Britos no podía contestar, debido al vómito que se insinuaba próximo a su garganta. Cuando lo hizo, dijo antes de taparse boca y nariz con un pañuelo.
-¿Cómo pudo producir tanta mierda él solo?...
Rumeri pensó que además, el olor no se correspondía con el del excremento humano; incluso, llegó a pensar si Duvalier lo fue enteramente...

                                         FIN

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