martes, 27 de noviembre de 2012

AFTER SHAVE

 Adrián, detectó la desaparición en el acto:
 Terminó de afeitarse y su máquina descartable, no estaba a la vista, aunque hacía un segundo que la había tenido en su mano.
 No la posó sobre el lavabo; tampoco sobre el estante que se hallaba bajo el espejo.
 Le constaba que la aferraba con su diestra, cuando cesó la sensación táctil de sostener un objeto.
 Desconcertado, la buscó por todo el baño, aún en sitios donde le parecía imposible encontrarla.
 Le resultaba difícil creer lo ocurrido; no le hallaba una explicación lógica y eso parecía otorgarle al suceso, cierta índole, como malsana.
 Cuando la vio.
 La máquina descartable, estaba en el estuche donde solía guardarla luego de ser utilizada.
 Decidió subestimar el hecho, suponiendo-sin ninguna convicción-que la guardó luego de usarla.
 Consideró lo pasado como intrascendente, a pesar de que le generaba una viva inquietud, asumiendo que todo era producto de un olvido circunstancial.
 Empapó sus manos con loción after shave y se las pasó por las mejillas.
 Casi aterrorizado, percibió la aspereza de su barba dura de dos días, no rasurada.
 Absorto, se sentó sobre la tapa del inodoro, reconociendo con horror que le faltaban unos minutos a su vida, como si se hubieran fundido con la nada o fueran motivo de sustracción.
 Podría ocurrir nuevamente..., pensó.
 Le pareció desesperante, suponer que la próxima vez podrían ser horas, días, años o lo que le quedaba de vida...

                                                             FIN
   

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