Steve Sanders, próximo a los 75 años, se tomó su tiempo antes de responder la típica pregunta norteamericana-social, que le planteó su anfitrión en esa fiesta en Cleveland, Ohio.
Lo que correspondía sería haberle dicho: Corea.
Pero hacía años que había decidido nunca más mentir ni mentirse.
-El alcoholismo.
Fue su respuesta, habida cuenta de los lustros que involucraba su participación en los programas de rehabilitación de AA.
-¡Ah!...Corea..., le contestó su anfitrión, evaluando su edad y sabiendo que las guerras no finalizan con el mero cese de las hostilidades.
FIN
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