martes, 4 de enero de 2011

Lo que van a leer remite a una temática fea...

realmente, creo que el humano necesita respuestas, cuando más precisas mejor, incluso, en algunos casos, hasta acepta mentiras disfrazadas; lo difícil es cuando no hay respuestas convincentes, por eso, el común denominador de los mortales detesta la muerte, al menos la propia.
Esta pieza de narrativa breve pertenece...

                                        YUYALES Y VIVIENDAS ESCONDIDAS

Los golpes se suceden con continuidad homicida, mediante el empleo de manoplas.
La víctima sabe que lo están matando.
Le estalla el bazo.
Todo comenzó cuando terminó de comer un par de empanadas frías, acompañadas de un vaso de tinto, en un bar de estación ferroviaria del último cordón del GBA, zona semirural.
Al retirarse con las primeras sombras de la noche otoñal, los tipos lo siguieron a prudente distancia.
En un sector oscuro y descampado, comenzaron a golpearlo sin miramientos.
Su resistencia inicial claudicó ante la eficiencia profesional de los dos agresores.
Como en un chispazo, recordó a un par de sujetos robustos que bebían cerveza en el otro extremo del mostrador.
El individuo, próximo al desvanecimiento, logra sacar un arrugado billete de veinte pesos de un bolsillo
Una trompada metálica le destroza la dentadura.
Intenta decir "No puedo más", pero no puede.
Por otra parte, un pensamiento fugaz le anuncia: no es por guita...
Sabe que no tiene enemigos, ni recuerda haber prodigado ofensas. No es deudor moroso, es viudo sin hijos y no se entrevera con mujeres casadas. No se piensa capaz de despertar envidias y tiene mas males que bienes.
Antes de morir a golpes-hígado destruido-puede enunciar entre estertores y escupiendo dientes:
-¿Por qué?...
No le contestan.
Muere pensando que su puta vida encima termina por error.
El golpe final, dado por el más alto, lo deja desmañado como muñeco de trapo en situación de abandono.
El otro victimario, con curiosa frialdad, le pregunta a su compañero:
-¿Por qué?...
El aludido, se encoje de hombros y le contesta.
-Este es un mundo tan extraño donde hasta la Santísima Trinidad es posible.
La frase es de Borges.
Los tipos se pierden en la noche semirural de yuyales y viviendas escondidas.

                                              FIN

No hay comentarios:

Publicar un comentario