martes, 29 de mayo de 2012

¿SOS LOCO O TE HACÉS?...

 -¿Con quién hablás?...
 -Con vos.
 -Si yo no estaba en la habitación; fui a la terraza y vos lo sabías...
 -Vos creíste ir a la terraza, pero te quedaste en el dormitorio.
 -¿Es un chiste?...
 ¿Sos loco o te hacés?...
 Yo te dije que iba a la terraza para colgar la ropa.
 -Vos me lo dijiste, pero te quedaste en esta habitación.
 Si no fuera que su marido era un tipo serio al extremo y enemigo de las chanzas, con nulo sentido del humor, ella consideraría la conversación como risueña. Pero algo la preocupaba.
 Impelida por un súbito impulso, subió a la terraza y observó las sogas de tender vacías.
 Bajó corriendo por la escalera y vio la ropa enjuagada, depositada en dos baldes plásticos en el lavadero, como evidencia de que nunca la llevó a la terraza.
 Abrumada por un desconcierto bruscamente agravado, se sentó ante la mesa de la cocina, percibiendo crecientes palpitaciones y sensación de angustia.
 A lo ocurrido con la ropa, se sumaba el hecho de que el hombre con el que conversó en el dormitorio-su marido-hacía más de dos meses que fue enterrado en el cementerio de la Chacarita. Recordó ese accidente fatal..., pero de inmediato, su atención se focalizó en el otro extremo de la casa.
 Desde el dormitorio, la llamaba con el mismo grado de exigencia con el que lo hizo siempre.
 Con el semblante demudado, ahogó un grito: sabía que no debía responder, pero escuchó los pasos de él acercándose, arrastrando los pies como era usual...
 La mujer se sintió cerca del desmayo, superada por lo inconcebible al comprender que no sirvió para nada, toda la pulcritud que aplicó en su momento para que la muerte de él, pareciera un accidente...

                                                                       FIN

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